Si pensamos en los gustos musicales de las personas que conocemos, podremos observar varias cosas: que las preferencias por autores, épocas, géneros, intérpretes… son muy diferentes; que, mientras unos están escuchando música a todas horas, otros prefieren hacerlo en momentos puntuales; que para algunos la música es un entretenimiento más, para otros una pasión, algo imprescindible, para unos pocos una profesión, una vocación…
Muchas y muy variadas opciones y solo una muy infrecuente, rara, casi desconocida ¿sabemos de alguien a quien no le guste nada la música, ningún tipo de música?
En la cultura occidental, la atracción del ser humano hacia la música ha generado innumerables opiniones y estudios. Desde los realizados por conocidos filósofos en torno al sentido y la utilidad de la música como actividad artística, hasta concienzudas investigaciones neurocientíficas sobre cómo reacciona el cerebro a la audición musical. Todas han arrojado valiosos conocimientos sobre la relación de los hombres con el sonido y nos llevan a dos conclusiones:
- De todas las manifestaciones artísticas, la música es la que consigue que afloren nuestras emociones de una forma más inmediata e incontrolable
- El gusto por la música parece ser algo innato, a diferencia del conocimiento musical que es algo que se aprende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario