Venerada en algunas culturas y presente en todas, la música ha acompañado al hombre a lo largo de la historia. ¿Por qué gusta tanto? Un grupo de científicos canadienses ha revelado el secreto detrás de la atracción a la música. Las melodías afectan a nuestro cerebro, suscitando respuestas emocionales.
La investigadora Valorie Salimpoor, del Instituto Neurológico de Montreal, lideró un estudio mediante el cual evidencia que la música efectivamente es una recompensa intelectual. Al escuchar una canción, se provoca una gran actividad neurológica que involucra a varias partes del cerebro.
Durante el experimento, se monitoreó el cerebro de los participantes mientras escuchaban una canción por primera vez, a través de una resonancia magnética. Las imágenes demostraron que el núcleo accumbens (un grupo de neuronas del encéfalo) actuaba para establecer si nos gusta o no determinada pieza musical.
Al mismo tiempo, se despiertan varias áreas del cerebro como la sensorial, la ejecutiva y la emocional. Los sentimientos que surgen al escuchar determinada canción se deben, en gran medida, a las expectativas que se generan en nuestra mente.
La música lleva a recordar hechos pasados. Revive experiencias y emociones. Son estos patrones específicos de aprendizaje, que se generan una y otra vez al escuchar una melodía que hacen que la música guste tanto. No es de extrañarse que se le considere una de las más importantes formas de arte.
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